Por María Celsa Rodríguez
La legislatura de la Ciudad Buenos Aires, sancionó la ley anti Uber que establece el retiro de licencia e in-habilitación a los conductores de Uber y aplicaciones de multas de hasta 200,000 pesos.
Hace tiempo que el gobierno de Rodríguez Larreta, le hace «el aguante» al Sindicato de Taxistas, apoyándolos en sus quejas contra Uber.
Se escuchó decir a los sindicalistas que esto es «un nuevo paso en la batalla contra Uber y un voto de confianza para los trabajadores».Y que «Uber es precarización, inseguridad y monopolización».
Cuando es el sindicato de tacheros los que imponen el monopolio con la connivencia del oficialismo.
Francisco Quintana, Vicepresidente de la Cámara Legislativa e integrante de Cambiemos dijo: que con la modificación al Código de Transito y Transporte: «Buscamos brindar mayores herramientas para el control del transporte público y así garantizar la seguridad de los vecinos»… Pero ¿es esto cierto?
Por ello entrevisté a un chófer de Uber: Gonzalo Visod, que me dijo: «siendo chófer de Uber y conociendo el servicio de taxis, puedo decir que Uber es un excelente servicio. Y los taxistas saben que no pueden competir con nosotros. También me queda claro que no hay retroceso en este servicio. Se puede prohibir pero tarde o temprano Uber será parte de nuestra realidad cotidiana tanto en Argentina, como en el resto de los países donde se instale Uber».
Me parece a mi que la pregunta no es impedirle a Uber trabajar sino preguntarse:
¿Porque la gente elije a Uber y no elige los taxis?
Y aquí no es una cuestión de precios. «Uber tiene un seguimiento constante sobre los chóferes, sobre los autos y sobre las clasificaciones que la gente da – es decir el que consume Uber- por cada servicio que toma. El pasajero sabe quien es el chófer que lo va a buscar, cual es el número de documento y cual es su rostro. Los autos son limpios relativamente nuevos, y el chófer tiene que ser educado, comportarse bien, para recibir una calificación alta que le permita mejores viajes y más clientes».
Entonces queda claro que la seguridad de la que habla el oficialismo y el sindicato es justamente la que NO tienen los taxis, por eso la gente prefiere el servicio de UBER.
Gonzalo, me aclara que «Uber lleva gente de la Villa 31 y gente de San Isidro, eso indica que responde a todas las clases sociales. Pero en su gran mayoría lo usan personas que con anterioridad no han usado el servicio de taxis por ser inseguro, y toman Uber constantemente por su seguridad».
La seguridad como justificación para esta ley antiuber es una falacia, justamente porque lo que menos seguridad brindan, son los taxis donde existe una mafia organizada que con toda impunidad agreden a chóferes de remises y de Uber y a sus pasajeros e incluso es reconocida por el Departamento de Estado de los Estados Unidos, que dio recomendación a los ciudadanos que viajen a la Argentina, sobre las estafas que cometen los taxistas con los foráneos, dándoles billetes falsos de vuelto, aduciendo problemas mecánicos para dejarlos a medio camino, escapando antes con las valijas en la cajuela o pasearlos por la ciudad para cobrarles de más.
Gonzalo, piensa que «en un país tan estresado en que la clase media hace años no recibe ninguna buena noticia sino todo lo contrario, quitarle Uber a ciento de miles de personas que lo usan hoy día, es un disparate y al mismo tiempo es postergar lo impostergable, porque la gente seguirá viajando en Uber aunque no sea totalmente legal y tendrá un resultado fenomenal y tendrá el mismo éxito en Capital que tiene hoy en la ciudad de Mendoza, que funciona junto a los remises y taxis en forma absolutamente legal y sin dificultad alguna.
Y él está de acuerdo en que todos los chóferes de Uber deben tener registro profesional y un seguro contra terceros.
Gonzalo, es liberal y cree que «uno puede decidir caminar contra la corriente y hacer un enorme esfuerzo hasta que la corriente termine por llevárselo o ir con la corriente y tratar de encontrar el mejor sendero dentro de la corriente para generar armonía, por ello la decisión del gobierno de la ciudad de BsAs es lamentable».
Larreta, no entendió que aquí juega la soberanía del consumidor que es quien decide elegir Uber y no los taxis, El consumidor es el capitán como decía Ludwig von Mises, y que «no son jefes fáciles. Están llenos de caprichos y modas variables e impredecibles. Tan pronto como se les ofrezca algo que les guste mas o es mejor, abandonan sus antiguos proveedores».
Larreta, deja en evidencia su necedad y autoritarismo al calificar al que trabaja de Uber como un delincuente: «quien comete el acto ilegal es el que está trabajando» dijo, o sea el gobierno esta violando la libertad de empleo, algo que resulta inconstitucional. Es inaudito que alguien que «este trabajando» cometa un delito y alguien que corta una calle con palos en las manos y los rostros tapados y enciende una olla para cocinar en medio de la avenida 9 de julio no es delito.
Además el fallo Zelaya, dice que los chóferes de Uber realizan una actividad comercial lícita y todo se circunscribe a una cuestión de competencias. ¿Y de negocios entre el sindicato y el gobierno de la ciudad?.
La empresa Uber, dijo que responderá por su trabajadores en caso de ocurrir sanciones contra algunos de sus chóferes.
Las actitudes de dictador del Jefe de Gobierno amenazan la resistencia de la gente y parece no entender que bajo las presiones en que las personas se encuentran por la mala política económica, hace que ser chófer de Uber sea una salida laboral que cubre las necesidades de muchos argentinos.
Un chófer de Uber no es un delincuente, es un trabajador. Error de concepto Sr Rodríguez Larreta!!!
La autora es: Directora de ChacoRealidades; www.chacorealidades.blogspot.com.ar; Analista del Circulo Acton Chile @CirculoActonChile